El expresidente Alejandro Toledo fue detenido en Estados Unidos, dos años después de haber salido del Perú mientras se hallaba siendo investigado sin orden judicial de arraigo. El ministerio de Justicia de Estados Unidos ha hecho saber que la detención se produce en el marco de la demanda de extradición solicitada por el Estado Peruano.
El New York Times explica el contexto general de la noticia: la mega-investigación de las coimas pagadas por la empresa brasileña Odebrecht en varios países de la región, coimas cuyo monto oscila en torno a los 800 millones de dólares. La detención de Toledo nos retrotrae al inicio del caso Lava Jato, en diciembre del 2016. Entretanto, como lo subraya la prensa extranjera, la investigación se ha visto marcada por la renuncia de un presidente en ejercicio (Pedro Pablo Kuczynski) y el suicidio de otro (Alan García). Toledo fue presentado ante a un juez federal, pero su abogado, Richard Douglas no ha hecho declaraciones.
El viernes se ha programado una sesión en la que, de acuerdo al marco judicial estadounidense, se impondrá a Alejandro Toledo el pago de una fianza para evitar ser internado en una prisión. En el Perú, el abogado de Toledo, el excongresista Heriberto Benítez (a su vez cuestionado por sus vínculos con redes criminales) ha resucitado la tesis de la persecución, que ya se ha utilizado sin éxito en otros casos, incluyendo el pedido de asilo de Alan García y la demanda de extradición del ex juez supremo César Hinostroza.
Puesto que el pedido del Estado peruano depende ahora de la Justicia de otro país, debemos prestar la máxima atención a dos aspectos:
1) La justicia debe administrase con presidencia de cualquier forma de sesgo o tendencia política, así como también del poder que los justiciables detengan o hayan detenido. Hay que redoblar esfuerzos para evitar injerencias, en particular, pero no solo del gobierno.
2) Necesitamos culminar la reforma judicial para restablecer la confianza en nuestras instituciones y evitar que no se nos considere dignos de juzgar con independencia a un expresidente.