El empresario de 80 años formado en Harvard, con veinte años de servicios en el Estado y cuarenta en el sector privado, preconiza el equilibrio entre intelectuales que sepan ejecutar y ejecutivos que no rehúyan el pensamiento para comprender el mundo complejo que se forja ante nuestros ojos.
Y a propósito de mundo complejo, Mónaco se ha convertido en el primer Estado que estará totalmente cubierto por el sistema digital de quinta generación, más conocido como 5G. El pequeño principado del Mediterráneo, conocido sobre todo por el emblemático casino de Montecarlo, sus grandes eventos deportivos y las aventuras amorosas de la familia reinante ha decidido desafiar al presidente Donald Trump al firmar un acuerdo con la empresa china Huawei.
Mónaco se convertirá en el primer país en el que todos los automóviles, los aviones, los tractores, los robots y hasta los electrodomésticos puedan ser controlados desde los celulares. Es cierto que todo el territorio monegasco no supera el de cualquiera de nuestros valles andinos y todos sus habitantes cabrían en el Estadio Nacional, pero de todas maneras, el gesto cuenta. Y la historia del 5G quedará asociada con uno de los lugares más bellos del mundo y por cierto, más generoso con los jubilados que no quieran pagar impuestos.
Destaquemos para meditar durante el fin de semana que la Comisión de Patrimonio Mundial de la UNESCO ha decidido incluir en su lista mundial de sitios culturales las más antiguas instalaciones de metalurgia de hierro del continente africano, que incluyen hornos que fueron utilizados en Burkina Faso el siglo VIII antes de Cristo. ¿Metalurgia del hierro antes de Buda, Confucio y Sócrates? ¿Qué dirán nuestros anti-mineros criollos, deseosos de hacernos volver a la edad de piedra?
Las cosas como son