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La semana que comienza ofrece la posibilidad de que los temas urgentes cedan lugar a los temas de fondo: la reforma de las instituciones y la reactivación de nuestra economía. El objetivo es tener una agenda que nos permita llegar al bicentenario de nuestra Independencia con una idea clara del tipo de país que queremos ser. Ni la economía, ni la política, ni la gestión de los servicios públicos pueden ponerse al servicio de los ciudadanos si no contamos con jueces y fiscales que hagan valer de una manera inapelable el imperio de la ley. Por eso, la madre de todas las reformas es la judicial, es decir dotar al país de una Autoridad Judicial eficiente, proba y respetada. Resulta indispensable que dispongamos antes del 28 de julio de una Junta Nacional de Justicia capaz de evaluar, sancionar y nombrar a los magistrados. El tiempo corre, puesto que este jueves termina el plazo de inscripción de los candidatos.
La Comisión Especial presidida por el Defensor del Pueblo ha cumplido con la preparación del concurso, pero el resultado dependerá de la calidad de los postulantes. Nada es más estimulante que vivir en un país en que los ciudadanos confían en la Autoridad Judicial y sienten que los magistrados no responden a intereses privados y menos aún a redes criminales que garanticen impunidad en los casos graves y en los casos pequeños. Si algo bueno nos puede dejar la larga y compleja trama Lava Jato es la conciencia de que sin Justicia eficiente y honesta, los proyectos de las personas y las empresas se vuelven aleatorios y terminan por depender de quién coimea más. De ahí la importancia de la Junta Nacional de Justicia.
Cada vez más cerca del Bicentenario
A propósito del Bicentenario, no sabemos con precisión de qué manera vamos a sacar provecho de su conmemoración para darle un contenido real a los valores republicanos. Como el cincuentenario bajo José Balta, el centenario bajo Augusto Leguía y el sesquicentenario bajo Juan Velasco, el 2021 nos ofrece la posibilidad de inaugurar obra física y sobre todo de movilizar a la opinión pública tras la idea que Basadre llamó “la promesa de la vida peruana”.
La conmemoración viene siendo preparada por el Poder Ejecutivo, por el Congreso (Comisión Sheput) y por los municipios, entre ellos el Metropolitano de Lima. El ministerio de Cultura nos ha prometido dotar al país de un nuevo Museo Nacional en Pachacamac, cuyo casco debe estar listo en pocas semanas. Este fin de semana ha oficiado un Jurado internacional que escogió la mejor propuesta para un Jardín Botánico en las inmediaciones del museo, que pasará a ser como en otros países latinoamericanos, el Parque del Bicentenario.
El decano de la prensa
Y a propósito de conmemoraciones, es excepcional que un diario celebre su aniversario 180, como ha hecho el diario El Comercio. El decano de la prensa nacional ha destacado las grandes firmas que lo han ilustrado a lo largo de las décadas: Ricardo Palma, César Vallejo, Mario Vargas Llosa, Julio Ramón Ribeyro. La edición dominical vuelve a publicar un texto de 1957 bajo el título de “El sentido espiritual de los diarios”, escrito por Aurelio Miró Quesada. Quien fuera director de El Comercio hasta 1998 sostiene que un diario es sobre todo “un órgano de doctrina, de docencia cívica, de afirmación de lo que atañe a la calidad y dignidad de la persona humana”. Por eso, el también historiador Aurelio Miró Quesada, sostuvo que las bases del periodismo son “la libertad de pensar y expresarse, la independencia de los periodistas en relación con las grandes empresas, con los gobiernos y los intereses subalternos”.
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