Este domingo se celebra el Día internacional de la mujer para promover los derechos de más de la mitad de la humanidad y hacer cobrar conciencia de los diferentes aspectos en que se le niega la igualdad frente a los varones. La iniciativa fue adoptada por la Asamblea de la ONU en 1975, cuando comenzaba la costumbre de institucionalizar la conmemoración de grandes temas de la agenda pública a lo largo del calendario. Sin embargo el Día de la mujer se venía celebrando desde principios del siglo XX en recuerdo de la lucha de mujeres por sus derechos laborales y luego por sus derechos a la eduación y a la participación política. La conmemoración del 2020 ha adoptado como tema específico y como nombre “Soy de la generación igualdad”.
La exigencia de igualdad es universal, pero se adapta a las realidades específicas de cada país. Hay costumbres que consagran de manera extrema la desigualdad en el cuerpo de las mujeres, como la ablación de órganos sexuales femeninos que se sigue practicando en algunos países africanos, amparada por la antigüedad de su vigencia, porque se trata de una práctica más antigua que el cristianismo y ciertamente que el Islam. Negar en el siglo XXI que la mujer tenga derecho a una vida sexual plena, pone en evidencia cómo desde la noche de los tiempos ha prevalecido una visión de la desigualdad, que ponía a la mujer en situación de inferioridad. En nuestro país las mujeres no tenían derecho a votar antes de 1956 y las primeras ministras aparecieron en la década de 1980. En este contexto son bienvenidas una pluralidad de iniciativas que intentan hacer progresar la causa de la igualdad: en la dignidad, en la autonomía, en el trabajo, en el transporte, en la participación política y en el lenguaje, aunque le pese a algunos puristas que no se resignan al uso de palabras como presidenta, abogada o ingeniera.
Este año la celebración del Día de la mujer coincide con la conciencia exacerbada de las cifras de la violación y el maltrato a la mujer, en particular a las niñas. Basta remitirse a una información aportada por el Ministerio de la mujer para convencerse de la necesidad de una acción rápida y eficaz. Durante el pasado mes de enero se han registrado 464 violaciones a menores, es decir más de quince cada día. Por eso Matilde Cobeña, de la Defensoría del Pueblo, sostiene que “la niñez y la adolescencia no están en la agenda pública. Aparecen cuando ocurren casos como” el de la niña de cuatro años ultrajada y asesinada en Independencia.
Días antes de la conmemoración, la presidenta del Tribunal Constitucional organizó un evento dedicado a la conquista por las mujeres del espacio público. Marianela Ledesma es actualmente la mujer con más rango en el Estado y por eso convocó a la Fiscal de la Nación, la ministra de Economía, la presidenta de la ATU, la ministra de la Mujer, la presidenta de la CONFIEP, congresistas y lideresas empresariales. El progreso es considerable en la Fiscalia, donde existe prácticamente paridad en las funciones de responsabilidad. Por eso es también una institución del Estado que asume el enfoque de género.
Hoy se llevará a cabo otro evento convocado por la Autoridad del Transporte Urbano. Su presidenta, María Jara quiere promover soluciones a un problema insoportable: el elevado número de mujeres que viven las horas pasadas en un vehículo público sometidas al miedo y a la impunidad de los agresores. Desde los aspectos más concretos, como el transporte, hasta los más repugnantes como la violación y los más abstractos como la imagen que se transmite de las virtudes y los roles femeninos, el Perú tiene mucho que cambiar para conmemorar con orgullo el Día internacional de la mujer.
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